viernes, 29 de junio de 2012



Soñar contigo es un lujo que aun puedo permitirme, porque tú en mí eres atemporal.
Mientras duermo somos quien debimos ser si el tiempo no nos hubiese robado la vida. Si hubiéramos podido llevar a cabo todas nuestras fechorías.
Sé que la realidad que hoy vivimos nos mantiene lejos, como casi siempre hemos estado, pero existe ese vínculo invisible, tácito, que siempre hace que tú estés ahí, vagando en mi mente, cada vez con una forma distinta, pero siempre con la misma esencia.
Eres ese maldito recuerdo inventado, Belcebú. El demonio de todos mis sueños. El que puede curarme el cuerpo y el alma. El que aun de vez en cuando me roba el aliento.
Me gusta que sigas ahí. A un palmo y medio de la curiosidad. Al fondo del pasillo a la derecha, donde no te veo, pero sé que estás.
Cuando vives en un sitio que corre tan deprisa, acabas por amar las cosas que permanecen. Acabas por sentir que son parte de ti porque siguen recordando tu nombre.
Tu aroma.
El color de tus mejillas (o casi tus mejillas).
He fabricado una historia entera con alguien que es un conjunto de imágenes, poesía, canciones e ideas. Alguien que es esbozos de gustos y delirios. De sueños. Una mezcla como quise. A mi medida, de quien realmente eres.
Y me gusta.
Por eso puedo permitirme el lujo de seguir soñando siempre contigo. Porque tú sueñas conmigo. Porque somos así.
Malditos.

miércoles, 27 de junio de 2012



Disociación.
Estoy difusa. Vagando entre la apatía y el vacío.
Soñando con que vuelvan las musas y me acojan en su seno de algodones. Flotando. Mientras en este maldito mundo me duelen todas las articulaciones.
Sigo estando dividida. Entre la tranquilidad y los truenos. La calma y la tormenta que se suceden vertiginosamente.
Estoy lejos del click divisor. Cada vez más lejos. Cada vez más inmersa en el tedio, como si fuese fango.
Todo ha acabado ya y estoy en pausa. El tiempo pasa a través de mí dejándome fatiga y frustración.
No sé cuanto queda para el abismo. Sigo en mitad de esa planicie inmensa castigada por el sol del verano. La salida podría estar en cualquier parte, sólo espero a que caiga la noche para orientarme.
Y sigo derritiéndome bajo este intenso sol.
Otro día más.
Aunque algo me dice que queda poco, menos de lo que espero, para que todo este sinsentido aburrido y pesado toque a su fin. Y si no que al menos llegue del todo, en una oleada de paz luminosa e infinita y me deje aturdida y pensando que vuelo.
Que floto.
Que soy brisa en esta habitación.

sábado, 16 de junio de 2012




La caída perfecta.
La sensación del vacío a la espalda.
Los pies despegando del suelo.
Una sonrisa o una lágrima.
Un camino que serpentea hasta el cielo.
La noche que aparece de repente.
El corazón que se para.
El grito que estalla.
Los pulmones llenos de polvo de hadas.

Mientras ves caer el jarrón de la mesa, mientras ves a ese niño cruzando la calle. Cuando te das cuenta de que la puerta de la jaula está abierta. Cuando un rictus de tristeza asoma por la puerta.

Un final tiene muchos matices.

jueves, 14 de junio de 2012




Es un papel complicado. Ser entre las sombras. Conocer más de ti por lo que intuyo. Por lo que sueño.
No saber a qué huele tu piel. Cómo suena tu voz, y sin embargo guardar hasta tus más profundos secretos.
Compartir instantes que no tienes para nadie. Recoger entre frase y frase sentimientos, anhelos, ilusiones que escondes. Ser cómplice y verdugo. El guiño en la partida. Y si me ves por la calle con prisa ser sólo otra desconocida.
El mundo y la cobardía nos ha hecho complicados. Nos ha hecho sensibles a la ilusión de las máscaras. De no querer que algo sea real. Poder interactuar con tu propio sueño es maravilloso.
Dime:
¿Cómo crees que seré en realidad? ¿Acaso importa? ¿O estoy mejor sólo en tu mente? Allí podré ser quien has creado mezclando los trozos que te doy de mí, a tu manera.
No se puede competir con un sueño. Puedes encontrarte con una realidad inesperada. Puedes ver a medias lo que es y lo que quieres. O puede ser mejor de lo que has pensado y caer en las redes de un interrogante hasta la muerte.
Empezar de cero. Ser esa persona que fuiste viviendo en paralelo. Ser esos secretos que no contaste. Ser esa persona que quisiste crearte.
Es la oportunidad de tener otro mundo, de vivir otra vida que no imaginaste. Que fuiste construyendo pasito a pasito a la sombra de lo que tu realidad cree que eres.
Es un papel complicado, desligarte de tu realidad con alguien que no te ha mirado a los ojos. Que no te ha cogido la mano, pero que pese a que pasen los años... no te ha olvidado.

miércoles, 13 de junio de 2012




Quiero recordarnos así siempre, así, como éramos: dos figuras blancas y afiladas en el tedio gris de la multitud.
Recordarnos con ese aire genial y maléfico que trasteaba entre unas sonrisas traidoras y unas miradas curiosas.
Felinos.
Cuyos pies no conocen el suelo. Asidos por las manos como si fueran mármol esculpido.
Siempre pienso en ti de esa manera. Como un largo y duro cuerpo marfileño. Tu cuerpo. Un lugar para vivir y romper.
Que nos recuerden todos como somos, un doblete de seres extravagantes. Un binomio de atracción fatal envuelta en seda.
Dulce condena.
Y que cuenten las historias cómo éramos. Como seríamos. Una historia atemporal y eterna hecha de anécdotas y leyendas a medias verdad y a medias mentira.
Dos piezas de un puzzle invisible.
Dos cortes del mismo patrón.
Dos retales de la misma tela.
Dos noches en vela.
Lo supe en cuanto te vi. En cuanto me viste. Cuando unas palabras mal escogidas predijeron un futuro cierto. Aunque pase el tiempo.
Recuerdo la primera vez que nos vimos como si existiera. Dos humaredas negras meciéndose en una danza macabra.
Me has inundado.
Yo siempre pienso en ti.
En cómo eres. En cómo eres en mí.

lunes, 11 de junio de 2012



La memoria es un mar lleno de recuerdos moldeados. De momentos llenos de aristas y filos que quedaron pulidos y redondeados.
Tiene un tinte cálido y familiar con momentos de silencio asfixiante y tramos de percusión que maltratan el ritmo coronario.
Es una conjunción heterogénea de nombres que aparecen una y otra vez como en un ciclo insultante.
Una armonía curiosa.
Cada pizca de recuerdo se ha transformado bajo el cristal del presente. Cada imagen que queda reflejada es real sólo en parte, sólo en nuestra mente.
Cada persona que no llegaste a conocer puede ser un príncipe o un mendigo. Cada vida que no tocaste puede haberse mantenido igual o no. Cada corazón que no rompiste puede ser una partida ganada o perdida.
Ese cruce de miradas que sigues echando de menos.
La memoria te recuerda que tu presente es pasado. Todo lo que perdiste y los pasos que has dado. Quién sigue estando a tu lado. Esa persona con la que siempre has soñado.
Si vuelvo la vista atrás pasan sucesiones de rostros familiares, momentos intensos, palabras fugaces fuera de contextos.
Tú.
Una y otra vez.
Un pronombre con muchas caras que en cada recuerdo tiene un olor, un tacto particular y una mirada.
Tú.
Que aun piensas en mí. Ojalá un día formes parte de algo más que mi memoria.